María Solís López nació en Isla Guarello y creció en Puerto Edén, en el extremo sur de continente, rodeada de la naturaleza y de su familia: la penúltima generación de hijos de madre y padre Kawésqar. Desde pequeña aprendió de su abuelo, José López, la cestería tradicional de su pueblo, quien le enseñó a tejer en junquillo, cuidando cada paso del proceso: desde la recolección responsable de la fibra en los humedales hasta el armado final de las piezas.

Aunque se trasladó a Punta Arenas para estudiar y vivir, María Solís nunca olvidó esta valiosa herencia familiar. Su retorno formal a la cestería se selló en 2017, tras ser invitada junto a su hermana a participar en la Feria de Maestras Artesanas Indígenas de Chile, honrando así su legado ancestral.

Su trabajo incluye cestas, tapices, collares y aros, todas realizadas de manera manual, combinando la maestría ancestral con la creatividad contemporánea. A lo largo de su trayectoria, ha desarrollado un estilo único, reconocido por la delicadeza de los detalles, la precisión del tejido y el cuidado en cada etapa del proceso. 

Ha participado en diversas ferias y exposiciones de artesanía, obteniendo una Mención de Honor en el Sello de Excelencia a la Artesanía 2019 por uno de sus canastos. Su trabajo preserva y proyecta la tradición Kawésqar al mundo, mostrando la vitalidad y contemporaneidad de la artesanía indígena de la Patagonia.